Uno de los elementos principales de esta legislación, que debería estar lista antes de que acabe el año, es el derecho al acceso, la corrección y, en última instancia, la desaparición de datos personales en la web (el conocido como derecho al olvido). El usuario podrá retirar los contenidos que considere oportuno, especialmente si no había dado su consentimiento para publicarlos. Además,
los propietarios de páginas web tendrán más dificultades para crear perfiles concretos de usuarios y siempre será posible utilizar el servicio de forma anónima. Para garantizar que las firmas se toman en serio la protección de datos, el proyecto crea la figura del responsable de protección de datos para grandes empresas, aunque el Parlamento pide que exista en todas aquellas donde la defensa de este derecho sea necesaria.